Marinero: jardín celado
es nuestra tierra; cintura de mujer ceñida por un brazo de mar, o por una
albufera paralela con la costa que afluye subterráneamente al piélago.
Su piel flamea como
escarcha en los cachones que atruenan la quebrada, donde la rompiente enrosca
las aguas en haces de corrientes raudas.
[De Elevación de un puerto]
***
Con su oleaje el mundo
rompe contra mi rostro.
¿Por qué elevarlo
hasta mi corazón?
¿Por qué se alza
ahora contra mi garganta?
Señor nuestro, Nostromo,
¿cómo podría
decirte una palabra
cuando en lo alto
de mi cabeza rompe la
marea?
[De Por mor del mar]